No intentes escapar, pequeña... No te servirá de nada.
Deberías saberlo, nunca funciona
No es que puedas correr de nosotros, siempre nos han divertido las persecuciones
Nos gusta hacer creer a nuestra presa que tiene escapatoria, porque su expresión cuando la atrapamos es verdaderamente dulce
Toda esa desilución, frustración... sus ojos llenos de lágrimas e impotencia...
Pero el tiempo que se nos ha concedido se está agotando, ¿Entiendes eso?
La próxima noche vendremos por tí, espera por nosotros, ya casi se cumplen las 7 lunas que nos dieron de plazo.
Espérala con ansias~ ♥

Aquella noche me levanté agitada, muy asustada, casi al borde del llanto. Todas las noches ese mismo sueño recurrente, en que dos niños me persiguen hasta que no tengo escapatoria. Siempre me levanto en el mismo momento, con algún arañazo en alguna parte del cuerpo. Hasta ahora no había querido creerlo, intentaba convencerme de que yo misma me lastimaba mientras dormía con mis largas uñas punteagudas, pero este daño ridículo con el que me había levantado la noche de hoy era demasiado evidente como para evitarlo. Mi pierna estaba sangrando, y mis rodillas estaban desgastadas de los tropezones de mi sueño. Ya es tarde, pero no puedo ignorarlo más. No tengo a quién recurrir, sé que no me creerán. ¿Qué debería hacer? Aunque encuentre a alguien, nada podrán hacer.
No tengo sueño.
No quiero dormir.
Tengo miedo...
Muchísimo...

No volveré a dormirme. La próxima vez que me duerma, será mi final.
Faltaban 13 minutos para levantarme, pero me destapé con resignación, como si entendiera que a partír de ahora viviría tanto como aguantara sin cerrar los ojos. Suspiré dejando salir toda la bronca que acumulé desde que me desperté a altas horas de la noche.
-Si sabía que a partir de ahora viviría mis últimos momentos... me hubiera asegurado de dormir bien... pero ni eso pude hacer.
Me refregué los ojos con las manos. Éstos me ardían un poco, debido a que era la sexta noche que no dormía más de 4 horas en la semana. Me levanté pesadamente, me peiné, me puse mi ropa favorita y salí a dar una vuelta por la ciudad.
-Voy a dejar de pensar en lo malo de ella... Hoy voy a disfrutar lo poco que tiene de bueno.
Bajé las escaleras de mi casa con bastante dificultad, aún sentía muy doloridas las rodillas como si acabara de caerme, y apenas podía caminar con la pierna derecha.
-Me voy...
Dije antes de abandonar mi casa, aunque naturalmente, nadie me oyó.
El día estaba nublado y muy deprimente. Las nubes negras amenazaban granizo, el viento soplaba fuerte y acarreaba humedad que te mojaba sin la presencia de llovizna. Mi pelo se movía casi en posición horizontal, y el viento encontra hacía difícil caminar. Aún así, estos días me gustaban muchísimo. No sabía por donde empezar a recorrer, así que dejé que mis piernas me guiaran. Dejé que ellas solas caminaran hasta que se sintieran cansadas. Respiré hondo el viento enfurecido y sentí cómo llenaba mis pulmones de un coraje que sentí podían hacerme durar varios días si me lo proponía.
Seguí caminando por la misma calle hasta encontrar un kiosco. Pedí un vaso de café y continué deambulando por la ciudad.
Esta vez no sentí miedo de recorrer las calles apartadas de la avenida principal por donde siempre caminaba. La imágen de un maleante me pareció menos atemorizante que la de los dos niños persiguiéndome por diversión por una callejuela sin salida para proceder a torturarme una vez que me alcanzaban hasta que me despertara. Me aparté de la multitud hasta que dejé de ver gente y me senté bajo un árbol frente a una casa barrial, que aparentemente estaba vacía. El suelo blando tenía huellas de ruedas de autos, pero su garage estaba vacío.
Con la espalda apollada me puse cómoda. Soplé un poco el cafecito y tomé un sorbo. Me puse a pensar...
-¿Es esta la forma en que me gustaría pasar mis últimos momentos?
Después de pensar varias opciones, supuse que un poco de tranquilidad en mi vida era una buena manera de terminarla.
Mi familia no se merece mi atención. Mis amigos no necesitan mi presencia. No hay nadie a quien le pueda contar este problema sin que se ría de mí.
Por lo tanto, acabar sola no era una mala idea. No lo veía mal, ni me sentía abandonada, sólo dejé que la tranquilidad me invadiera, para sentirme la única persona sobre la Tierra. Me sentí... Acogida en cierto modo.
Y ahora me pregunto: ¿Por qué no busqué más momentos de soledad a lo largo de mi vida? En lugar de buscar atención y reconocimiento a mi alrededor, hubiera gozado de lo que ya tengo, que es soledad. Intentar evadirla me trajo malas experiencias, en lugar de eso, disfrutarla hubiera sido mejor...
-Todo depende de cómo lo mires... Si tan solo me hubiera dado cuenta antes... Igualmente, ya es muy tarde. Duérmete.
Seguí pensando bajo ese árbol. El paso de las horas dejó de significar para mí, estaba encantada con ese tiempo casi apocalíptico que adornaba el último día de mi vida. Sólo me importaba el ritmo de mi respiración; estaba completamente a gusto.
"Está por entrar en estado alfa ¿Estás preparado?"
"No se los permitiré."
"¡Hiiiiiii! Se supone que tú estabas--"
Sobresaltada volví en mí. Esas voces las reconocí de las seis noches anteriores. Me levanté un poco agitada y miré hacia todos lados con los ojos en blanco, completamente atemorizada, como si estuviera enfrentando una de mis más grandes fobias. No los encontré... Pero volví a sentir esa desagradable sensación de inseguridad a donde sea que valla. Corrí más adentro en mi ciudad. Efectivamente, los alrededores se encontraban desiertos. Ya no conocía esa parte de la ciudad, parecía haberme perdido en un mundo completamente diferente. El cielo comenzaba a relampaguear mientras continuaba corriendo paranóica, sintiendo que los niños me observaban a donde sea que me esconda.
"JAJAJAJAJAJAJA"
Sus risas juntas como una terrorífica voz bifurcada proveniente de las entrañas del Averno me volvían psicótica, más que nada porque eran tan sutiles que no sabía si realmente las estaba escuchando o si se encontraban dentro de mi cabeza.
Mientras continuaba corriendo en línea recta por una calle gris y húmeda, pude visualizar a lo lejos dos pequeñas siluetas.
No.
NO
NO QUIERO VERLOS
ESTOY DESPIERTA... ¿VERDAD?
No puedo provarlo... Ni con dolor, todos mis sueños duelen
Derrapé sobre el asfalto y procedí a correr en la dirección contraria, pero tal era el terror que mis piernas temblaban por sí solas, y en un intento de correr lo más rápido posible, mis pies se enredaron haciéndome caer. Intenté arrastrarme hasta volver a pararme, pero al levantarme me choqué con esas figuras infantiles nuevamente
-¡Volvimos! ¿Estás felíz de vernos?

Caí hacia atrás, me sentía tan atemorizada que casi sentía que su baja estatura se volvía colosal. Mis ojos no podían enfocar bien, pero el brillo de sus ojos como a travéz de un vidrio empañado quedaron grabados en mi mente. No pude articular ninguna palabra, todo mi ser temblaba...
Finalmente intenté pararme, me arrastré hacia atrás con las mejillas mojadas de lágrimas de ansiedad, me paré con gran dificultad y atiné a correr como pude hacia cualquier dirección.
No sentí que me estuvieran siguiendo, pero intenté correr hacia un lugar conocido. Por mas que volviera mis pasos por donde había venido, todos los escenarios desde que me había perdido se repetían una y otra vez aunque corriera hacia cualquier dirección.
Comenzaba a desesperarme, no veía el sentido de seguir corriendo. Ya veía venir mi final... me sentía inútil.
Sentí unos brazos que me rodeaban fuertemente, me transmitían seguridad, me hacían olvidar ese mundo extraño donde estaba metida.
Mis lágrimas comenzaron a brotar sin control mientras este sujeto me abrazaba. Estaba desesperada, pero este sentimiento desaparecía a cada segundo. Me extendió su mano y acarició mi mejilla mientras secaba mis lágrimas.
-Tranquila... Ya estás a salvo... DISIPAR
Con una mano tapando mis ojos y la otra sobre mi cintura me guió hacia atrás, hasta que mi espalda tocó algo sólido e instintivamente me senté. Retiró su mano de mis ojos, y pude observar que me encontraba sentada en el mismo árbol cuando llegué.
-Eso fue... ¿Un sueño? Demonios... Dije que no me quedaría dormida... No tengo remedio...
Me paré con dificultad, mis piernas continuaban temblando, nunca me habían dejado de doler. Me apoyé sobre el árbol para mantener el equilibrio, observé con enojo el vasito de café que se suponá debía mantenerme despierta y lo pateé. El vaso voló y derramó todo su contenido en el aire mientras me quejaba dolorida, había pateado con la pierna derecha donde estaba la gran herida que me habán hecho esta madrugada
-¡MIERDA, ME OLVIDÉ QUE ESTA ERA LA PIERNA QUE ME DOLÍA MÁS! ¡ARGH!
-¿Te duele mucho? Déjame llevarte
Me di vuelta rojísima, creí que estaba sola. Al mirar a mi interlocutor, mi sangre se heló.
-¡N-No tengas miedo! No te haré daño-Aclaró rápidamente con una expresión de pena y nerviosismo.
-¿T-Te conozco...?
-No...-Su voz sonó ahogada y ajena, extremadamente triste-Pero yo sí te conozco...
Su voz, su mirada, su forma de actuar cambiaron en un segundo. Su perfil de chico tímido dio media vuelta para parecer un chico serio y seguro de lo que dice.
-...Del pasado. Mi nombre es O'Dem y formábamos parte de una organización llamada "Nanatsu no Tsuki" donde entrenaban nuestras habilidades, algo parecido a poderes mágicos.
Todo lo que me decía tan súbitamente sonaba ridículo, pero su mirada seria no te permitía dudar de nada de lo que dijera
-¿P-Poderes mágicos? ¿Qué clase de poderes?
-Dos personas que están unidas por un nombre común como nosotros pueden desarrollar un rol en específico. Uno es el de luchador, y el otro el de sacrificio. Yo era tu luchador, Lena... y tú eras mi sacrificio.
En el momento en que pronunció mi nombre mi excepticismo se esfumó derrepente, y sentí que si no quería acabar muerta en manos de aquellos pequeños niños de mis pesadillas debía atender a todo lo que me decía.
-En una pelea, el luchador combate contra el oponente y es el sacrificio quien recibe los daños. Siempre has sido una mujer fuerte y orgullosa... Pero en una guerra de hechizos contra los anteriores Mindless, los antepasados de quien ahora te persiguen, lograron hacerte tanto daño que no pudiste resistir, y fue así como te perdí...
Sus ojos se llenaron de lágrimas, no pudo continuar con la explicación. Lo abracé y con mi mano sequé sus lágrimas, y luego con mi palma sobre su rostro intenté tranquilizarlo.
-No te preocupes, no me va a pasar nada ahora que estás conmigo
Posó su mano contra la mía y la acarició. Se calmó, respiró hondo y besó mi frente. Me sonrojé un poco y lo miré a los ojos, como si sintiera que una muestra de cariño tan simple como esa me había hecho falta durante toda la vida.
-¿Por qué peleaban?
-Seguían órdenes. Aún no sé la razón.
-¿Órdenes de quién?
-Ritsu, la cabeza de todo Nanatsu no Tsuki.
De un momento a otro me abrazó, pude sentir toda su ternura desde su pecho hasta la punta de sus dedos. Le devolví el abrazo como si también sintiera un lazo especial entre nosotros y lo necesitara más que nadie.
-Has reencarnado y no has cambiado nada... Y ese a la vez es un problema, porque por eso te reconocieron. Mindless tiene el poder sobre las mentes y en eso basa sus poderes mágicos... Y como éramos su objetivo en el pasado, en tu presente yo no existo por esa razón. Me asesinaron antes de que nos conociéramos, y ahora van por tí... Pero no pienso dejar que te ataquen de nuevo. Yo seré tu sacrificio esta vez.
-¡Pero si yo no tengo poderes mágicos! ¡Tampoco sé cuál es ese nombre del que hablas! Y si somos de diferente tiempo, ¿Cómo sabes que seguimos siendo compatibles?
La mirada de O'Dem, lejos de la duda brilló como si despejara el cielo cubierto de espesas nubes grices. Tomó una de mis manos y la posó sobre su mejilla, mientras que él apollaba su mano contra la mía y cerraba los ojos
El tiempo es mi guardián, y a la vez me pertenece. Los años transcurrirán para el resto del mundo. Somos dos, y a la vez uno; como las agujas del reloj que marcan el pasar de un mismo tramo de tiempo. Somos CHANGELESS, los propietarios del infinito correr de los días, una misma escencia que no se desvanece con el paso de los siglos.
Tras recitar este conjuro, retiró su mano de mi mejilla, a lo que hice lo mismo. En ella, pude observar que tenía escrito el nombre "Changeless".
-Nosotros jamás cambiamos, por eso lo sabía. Es parte de nuestra escencia.
-¿Mi yo del pasado se veía igual a mí...?
-Algo-Sonrió con mucha paz mientras pasaba sus dedos entre mi cabello-Tu pelo es casi igual, sólo que algo más corto...-Con su mano acariciando mi cabeza entre las orejas-¿Qué edad tienes en esta época?
-18...
-¿Eh?-Sus ojos se abrieron de par en par mientras tanteaba mis orejas-¿Y aún las...?-su rostro se enrojeció mientras corría su mirada tímidamente-Ya veo... M-Me pone contento...
-¡Qué cosa! ¡Quiero saber!
-Siento un poderoso campo de energía. Están cerca.
Ran... Yamil...
Los pequeños Mindless aparecieron girando una esquina, y se acercaron con aire imponente hacia nosotros. O'Dem dio un paso al frente y se interpuso entre ellos y yo.
-Escucha bien esto que te digo, es muy importante que sigas el plan al pie de la letra. ¿Estás de acuerdo?
-S-sí
-Es muy probable que siendo dos roles a tomar, en esta reencarnación tengas aptitudes para ser luchador. Quédate detrás de mí y si ves que un hechizo me atacará no te asustes, intenta evadirlo. Intentaré guiarte. Lo más importante es que... No me toques, puedes salir lastimada.
-Lo haré pero... Pienso que es mejor que seas el luchador, tienes más experiencia en la batalla
-NO volveré a correr el riezgo... Haz lo que te digo, por favor.
Los niños se enfrentaron a nosotros. Nos examinaron con aire sobrador. Sus risas burlonas revivían las pesadillas de persecución.
-O'Dem ¿Eres tú? Hmph, debimos haberte matado mientras pudimos.
Los ojos de O'Dem parecieron relampaguear como el cielo gris, tornándose medio segundo de color amarillo tras la provocación.
-Declaro esta guerra de hechizos.
Extendió su mano frente a él, y los alrededores parecieron desaparecer radialmente tornándose oscuro hasta el infinito.
-Es inútil. Lo que pasó una vez, volverá a pasar. No cambiará. Nos la volveremos a llevar. Son órdenes.
-No te separes de mí, Lena. Quédate atrás. Concéntrate, debes conservar en tu mente los viejos conjuros
Los pequeños se miraron a los ojos y juntaron sus frentes mientras recitaban su propio hechizo de sincronización.
Nuestro hogar son los confines de la mente. Tan profundo que nadie puede llegar a nosotros. Una ilusión donde creen controlarnos, mientras tácitamente movemos los hilos de un espectáculo aún más asombroso. MINDLESS... Una mente tan ilimitada que escapa de todo entendimieto.
Al separar sus frentes, el nombre "Mindless" estaba escrito en ellas.
-¡Ran!-Gritó la niña de cabello azúl, señalando hacia adelante
-¡Entendido!
Emerge desde lo más adentro de tu memoria. Aquello que suprimes, pero no olvidas. Vuelvan aquí, salgan del abandono, imágenes que yacen enterradas en lo más obscuro del subconciente. ¡Salgan a la luz!
Un halo de luz fue directo hacia a mí, pero O'Dem bloqueó el ataque.
-¡SOY EL SACRIFICIO! ¡ES A MÍ A QUIEN DEBES ATACAR!
-Oooh~ ¿Así que al final Changeless sí cambia? Qué desagradable.
O'Dem se petrificó. Parecía estar congelado en su lugar. El Halo de luz rodeaba su cabeza, más intensamente frente a sus ojos. Una lágrima... otra... múltiples lágrimas comenzaron a rodar para morir en el asfalto.
-Es inúti. Quien no cambia, no lo hará nunca. Jamás podrás ser un sacrificio.
Calló al piso y corrí a abrazarlo.
-No sabía que tenias que resistir tanto dolor... O tal vez es que no estoy hecho para esto... Es tu turno. Repite después de mí... Todo estará bien...
Congela. Suprime. Detiene. El tiempo no corre. El tiempo se detiene. De aquí no te moverás. ¡PAUSA!
El hechizo se movió hacia adelante y atrapó uno de los brazos de Ran, el sacrificio de pelo anaranjado. Alredededor de su muñeca se materializó una muñequera de cuero negra con una cadena que lo ataba al piso.
-Hmph. ¿Sólo una? Hemos lidiado con cosas peores. El tempo no te sienta bien.
Recuerdos del pasado renazcan. Torturen. Formen parte del presente, destrozándolo. El pasado será tu presente. El futuro no llegará.
Los ojos de O'Dem se abrieron de par en par, con ambos brazos se agarró la cabeza con fuerza, su cuerpo cayó pesado sobre sus rodillas
-Lo... siento... Lo siento... LO SIENTO... DEBÍ HABER BLOQUEADO EL DAÑO, PERDÓN, NO TE MEREZCO COMO COMPAÑERO... PERDÓNPERDÓNPERDÓN
No sirves para nada...
Es tu culpa...
No puedes hacerlo...
De no haber sido por tí...
-¡NO FUE MI INTENCIÓN, LO JURO! No sabía que ella... ¡¡¡N-N-NOO!!!
-¡¡Tranquilízate O'Dem!! ¡Levántate!
Me agaché a auxiliarlo, lo tomé del brazo para intentar levantarlo del suelo. O'Dem se volteó a verme con unos ojos completamente llenos de miedo, ojos infantiles, que no me veían como hace unos momentos atrás. Estaban rendidos, sin esperanza, asustados, no brillaban esperanzados, reflejaban la frustración de un cobarde sin honor. Tomó mi brazo con muchísima fuerza, temblando, como si tuviera a la muerte a sus espaldas.
-VÁMONOS, AÚN TENGO LA OPORTUNIDAD DE SALVARTE, CHANGELESS
¿Será que...? O'Dem está reviviendo los acontecimientos de la última pelea en el pasado...
-No.

Mi cuerpo se sintió ligero, mis brazos se movían por sí solos, como si una cálida onza me guiara. No sabía la razón, pero a mi mente vino un conjuro que logré armar para recitarlo
Los recuerdos son parte del pasado. El pasado es el tiempo, y el tiempo mi dominio. Restos de tiempo, vengan a mí. Yo los acogeré en la eternidad de mi ser. ¡LIBERACIÓN!
-¡¿Qué clase de hechizo es ese?! ¡¿Está absorviendo la magia de su sacrificio?! Sólo nos está regalando el turno
Esquizofrenia. Paranoia. Obseción. Neurosis. Depresión. Locura.
¡¡¡¡AUXILIO!!!!
Anciedad. Nerviosismo. Hipervigilia.
Si me hubieras sabido preoteger, estas cosas no hubieran pasado
Tengo miedo...
Date cuenta...
No sirves para nada...
TODO OCURRIÓ POR TU CULPA.
DEBERÍAS MORIR.
DEBERÍA MATARTE, PARA QUE SIENTAS QUÉ SE SIENTE SER ASESINADO POR UN SER QUERIDO.
ME MATASTE.
TU IGNORANCIA FUE MI SEPULCRO.
Controlo tu Ser. Me perteneces.
Me adelanté unos pasos, la escena me parecía más familiar por alguna razón, mas no así mi cuerpo. Como si un amigo lejano me dijera qué hacer, pude pronunciar unas palabras antes de que ese hechizo no alcanzara completamente
Bloqueo temporal. El tiempo se detiene. Como el péndulo de un reloj, la inercia actúa para mecerlo hacia el frente y en reversa. Y al tocar la hora específicada, el sonido ensordecedor indicará tu hora final.
La cadena que sostenía al asfalto al sacrificio enemigo se tensó para hacerlo caer al piso.
El ruido penetra tus tímpanos y te devuelve la noción del tiempo. Te traslada a la realidad. Todo fluye hacia adelante. No hay oportunidad de mirar hacia atrás.
Nuevas cadenas rodearon el cuerpo de Ran. Estaba completamente inmovilizado. Una correa se abrochó a su cuello, sus piernas tenían una cada una al rededor de sus tobillos y presionaban contra el suelo mientras se oían el crugir de ciertas partes de su cuerpo.
-Yamil... tú decides qué es más importante en este momento. Te haré vivir en carne propia lo que me hiciste... O los dejaré ir si así lo deseas. Después de todo, Ritsu sensei detesta a los perdedores.... ¿No es así?
-¡¿D-De qué estás hablando, y con tanta altanería?! ¿¡Y cómo sabes mi nombre?!
-Changeless... Esa es nuestra escencia.
La niña se enderezó como si recibiera un escalofrío en su columna. Los gritos de su sacrificio la sacaban de quicio, finalmente gritó fuertemente
-¡NOS RETIRAMOS! LA VIDA DE MINDLESS ES MÁS IMPORTANTE QUE ESA ESTÚPIDA MISIÓN
Su campo de energía fue disuelto, y una vez que no quedó nada, Ran fue liberado de la supreción temporal.
Yamil nos miró con odio a ambos. Abrazó a su compañero y lo cargó en sus brazos, mientras nos advertía antes de desaparecer frente a nuestros ojos
-No volveremos a molestarte mientras no nos lo ordenen, llevamos en la mente un reporte muy interesante que presentaremos a la cabeza de la organización, no te pienses que vivirás tranquila después de esto. "Changeless ha despertado, su compañero existe en el presente. Sus recuerdos del pasado se han sincronizado". Interesante, ¿Huh? Me sentaría a ver cómo te hacen pedazos la próxima vez.

No hay comentarios:
Publicar un comentario