Esta es una serie de historias que hicimos con algunos amigos. Cada uno escribió una personificación del objeto más valioso para cada uno, y nosotros teníamos que darnos cuenta cuál era!
Si te gusta escribir, estás invitado a hacer una historia similar bajo el título "Si ese objeto valioso cobra vida". Ese título es el que figura en la entrada "Lista de Capítulos" de este blog, sólo que agregué este título adicional porque engloba por completo a mi historia n.n
Luego pon el link en un comentario, me encantaría leerlo!
Si te gusta escribir, estás invitado a hacer una historia similar bajo el título "Si ese objeto valioso cobra vida". Ese título es el que figura en la entrada "Lista de Capítulos" de este blog, sólo que agregué este título adicional porque engloba por completo a mi historia n.n
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Nuestro encuentro fue inesperado... recordé los momentos que pasamos en la escuela primaria, su compañía incondicional y la manera en que disfrutaba con ustedes a pesar de los comentarios de los demás, los apodos molestos que nos ponían y las burlas de estar siempre con ustedes. La manera en que el mundo se veía más hermoso, a todo color, como si estuibiera soñando en un mundo de fantasías. Los demás iban y venían, pero ustedes siempre estaban allí, junto a mí desde que me despertaba hasta que me acostaba, como si fuera que para eso hubieran nacido. Recuerdo también un día, al ir de la mano en la calle, uno de ustedes se soltó, cayendo al suelo, sin poder levantarse, lamentándose no ser lo suficiéntemente útil para seguir con nosotros, con lágrimas en los ojos. Ese día... jamás lo olvidaré.
"Déjame aquí, ya nisiquiera puedo mantenerme en pie por mi mismo, ¿Qué podrías hacer, aunque me llevaras contigo?"
Levanté al pequeño de la calle y lo llevé conmigo a casa, limpié su carita con un pañuelo e intenté tranquilizarlo. Al día siguiente, estábamos los tres de nuevo por la calle, como si nada hubiera pasado jamás. El tiempo pasó, y de nuevo volvieron los problemas. Ya no podía mantenerse en pie por mucho, y sus desmayos se volvían más frecuentes.
"Ya no puedes estar más con ellos, si te siguen acompañando, se hará más daño"
Fue la noticia que me dieron a mis inocentes seis años...Tuve que tomar una difícil desición, la de transitar los días venideros sola, como antes de que ellos entraran a mi vida.
Los días siguientes a esos los recuerdo igual de bien. Venían mis "compañeros", a quienes veía como desconocidos compartiendo el mismo cuadrado acercarse, felicitándome por ello como si fuera una buena noticia.
"¡Por fin te los sacaste de encima!", "Vamos, te ves mejor así", "Parecías una vieja que necesita compañía todo el tiempo", "¿Por qué hoy no están? Supongo que eran para aparentar"
Fueron las estúpidas acotaciones que tuve que soportar durante semanas, a las que respondía con una mirada cargada de enojo, resignación y lágrimas, sintiéndome una inútil, viendo el anteriormente hermoso mundo teñirse a monocromo, aburrido, sin aliento... la tristeza borroneaba mi vista, y cada día que pasaba, sólo empeoraba las cosas. Intenté convencer a mis padres de que los necesitaba, no podía soportar la vida sin ellos, pero eso siempre terminaba en que sí podía, y tenía que resignarme a hacer eso realidad. Varias veces me presentaron a otros, pero aún así, no me sentía tan a gusto como con mis anteriores acompañantes, ellos habían sido traídos al azar, y me daba igual su presencia o ausencia.
"¡Debes aprender a quererlos! ¡Es la falta de costumbre!"
Ciertamente los cambios son difíciles de aceptar para mí, pero lo que ellos no entendían es que ese cambio no era favorable en lo absoluto. No me sentía afín con ellos, no sentía esa union inquebrantable, y por sobre todo ¡NO PODÍA IMAGINARME CON ELLOS EL RESTO DE MI VIDA!
Cada día que pasaba perdía la esperanza, y a estos nuevos acompañantes tampoco parecía importarles el hecho de separarse. De hecho, el día de hoy no están conmigo, y no le importa a una sola persona. Me había resignado. No sabía qué más hacer. Parecía que terminaría el resto de mis días en un mundo gris y aburrido, donde los meses pasaran como una página tras otra de un libro que no despierta interés. Ya no quería ver nada más a mi alrededor. Mis ojos ya no soportaban la insípida realidad y poco a poco ellos también fueron perdiendo la fuerza. Ya no querían abrirse más, no querían mirar hacia adelante, constantemente extrañaban los días pasados y lloraban un luto inútil. Poco a poco fueron perdiendo la luz, hasta que...
"Encontramos un lugar donde podrías conocer gente, ¿Te importaría acompañarme?"
Esa fue la petición que me hicieron, y con un renovado entuciasmo, me dirigí a ese lugar.
Ni bien llegué, sabía a quién escogería. Ya los había marcado con una mirada. Aún así, me quité la verguenza y entablé una conversación con casi todos los sujetos que allí se encontraban. Todos parecían muy amables pero, con quien más a gusto me sentí fue con ellos, los primeros que ví ni bien entré. Simplemente los abracé y les ofrecí una nueva vida conmigo.
"No puedo creer lo que está pasando... no recuerdo la última vez que me sentí tan bien..."
Ellos aceptaron mi propuesta. Con gran emoción volví a mi hogar nuevamente. Una vez más, había encontrado a esos acompañantes, aquellos que parecían haber nacido para mí.
"Tienen pinta de comunes, ¿Estás segura?"
Completamente. Que parezcan comunes no me importa en lo absoluto porque ¿Quién más tiene la suerte de encontrar a alguien para ella sola? Siempre veo por la calle a otras personas pretendiendo ser felices, con acompañantes que claramente no son para ellos, y no quiero volver a esos tiempos. Eso es lo que más me alegra de todo, haberlos encontrado.
Luego de una interminable semana, ambos chicos se mudaron conmigo. Desde ese momento, ninguno de los tres quería separarse del otro. Si necesariamente tenemos que hacerlo, nos duele a los tres, pero el momento del reencuentro es el más dulce de todos. Me encanta la idea de pasar la vida juntos, ver de nuevo el mundo a todo color, como un mundo de fantasía. No quiero pensar en volverme a separar, simplemente, quiero estar con ellos constantemente, y me alegra saber que esos sentimientos son correspondidos. Cada día, es como volver a la infancia que siempre quise tener.

Gracias por tanto. Los amo anteojos <3
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